jueves, 27 de agosto de 2009

Tía ESPERANZA



Tía Esperanza. De Caracas.
Tía Esperanza.
Casi ni fotos tengo.

Compartimos tan pocos momentos con ella y en mi caso fue hace tanto tiempo...!!
Sin embargo estoy en deuda con ella y nunca se lo dije.

Alguna vez he contado la influencia que ejercieron en mi adolescencia Mateo y Esperanza.
Corrían los años 60 y los habitantes del Páramo éramos gentes rudas.
Barro en las calles y modales primitivos, con honrosas excepciones. Con los animales las voces y las blasfemias eran el pan de cada día.

En medio de este panorama aparece una pareja singular, Mateo y Esperanza, que hablaban con la más absoluta dulzura. Lo menos amable que se decían era "Sí, mi amor."
A los demás se dirigían también con elegancia y delicadeza y con un tono de voz nunca oído por mí, que tenía melodías de otras tierras.

Yo alucinaba en colorines.
Allí estaba mi modelo.
Pensé ya entonces que no valía la pena ninguna relación que no estuviera basada en esa dulzura.
Otra cosa es que lo haya conseguido. No es fácil deshacerse del pelo de la dehesa y del polvo del Páramo.

Un día, hace pocos años, le conté a Mercedes estos recuerdos. Ella tenía la misma impresión, lo mucho que se querían sus padres, que habían pasado su vida pendientes el uno del otro. 50 años, las bodas de oro, cumplieron hace poco.

Imagino a tío Mateo y el enorme hueco que habrá dejado la ausencia de su amor.
Me gustaría tenerlo cerca para que pudiera sentir el calor de esta parte de la familia.
Maldigo realmente la distancia, que nos ha privado de tantas cosas y de tantas personas queridas. Y lamento haber perdido una oportunidad hace dos años.

Pero Esperanza se llamaba Esperanza y al menos a los creyentes os habrá trasmitido el significado de su nombre. Una vez más para los creyentes todo es más fácil. Si pudiera engañarme a mi mismo, me engañaría sin dudarlo.

Así que hoy quiero UNIR en un ABRAZO especial las dos partes del charco y dejar un BESO enorme para Mercedes, Jesús Armando y sus familias. También para Santiago y por supuesto el más fuerte, el más grande, para mi tío Mateo, que juntamente con su esposa me enseñaron el camino.



2 comentarios:

Neme dijo...

Yo si aproveché la oportunidad de viajar a Venezuela hace dos años, y es en este momento cuando más me alegro por haberlo necho.

Tienes razón, Victor, al recordar esa dulzura en el trato, y puedo asegurarte que continuaba intacta despúes de cuarenta años.

Me quedo con la imagen de Esperanza como una mujer muy especial, cariñosa, con las ideas muy claras, una fuerza increible a pesar de haber sufrido mucho en su enfermedad, y movida especialmente por sus sólidas convicciones religiosas.

Tambien yo quiero mandar un abrazo enorme que traspase las distancias y llegue hasta nuestra querida familia Mayo.

Ana dijo...

Yo me uno como siempre a lo dicho por mis hermanos que saben expresar a la perfección sentimientos que todos compartimos.

Como pasar por alto su dulzura, su entrega y el cariño tan grande que sentía por toda su familia, en la que me siento incluida.

Como me gustaría volar como un pájaro y abrazaros a todos, especialmente a mi tío Mateo que sin duda será el que mas sienta su ausencia;estoy segura que aunque lejos nos siente cerca porque le queremos mucho.

Un abrazo al otro lado del océano tan inmenso como el mismo mar, para compartir con Jesús y su familia, con Mercedes y la suya, con las hermanas de la tía y con mi tío Santiago que estoy segura que también esta muy triste.

Hasta pronto, hasta siempre.