
Mouhamadou Ngom es emigrante de un país africano. Recaló en Italia cuando entró en este país ilegalmente en el año 2004. Hasta el año 2007 vivía de los beneficios que le generaba la venta ambulante (venta ilegal pero consentida por la autoridad municipal).
Vendía “cedés” grabados en un equipo de música que compartía con otros colegas, también compañeros del piso alquilado. Unas veces en el parque, otras en el casco antiguo, todas las tardes ofrecía su mercancía de forma tranquila y amable. Parloteaba inglés, español e italiano y su presencia ya era una figura habitual, como un elemento decorativo que relaja las tensiones familiares.
En la actualidad se han prohibido todo tipo de ventas que no tengan licencia y gravamen del Ayuntamiento. Se persiguen estas prácticas y Mouhamadou ya no consigue colocar el género. Apenas tiene para subsistir.
Ya no ríe ni baila, como hacía en su país. Se pasea en vano arrastrando su agotada mansedumbre. Ayer mismo me contó que se había sentido tan hundido moralmente, que había reaccionado decidiendo recuperar su pasado, sus raíces, su sitio.
Vendía “cedés” grabados en un equipo de música que compartía con otros colegas, también compañeros del piso alquilado. Unas veces en el parque, otras en el casco antiguo, todas las tardes ofrecía su mercancía de forma tranquila y amable. Parloteaba inglés, español e italiano y su presencia ya era una figura habitual, como un elemento decorativo que relaja las tensiones familiares.
En la actualidad se han prohibido todo tipo de ventas que no tengan licencia y gravamen del Ayuntamiento. Se persiguen estas prácticas y Mouhamadou ya no consigue colocar el género. Apenas tiene para subsistir.
Ya no ríe ni baila, como hacía en su país. Se pasea en vano arrastrando su agotada mansedumbre. Ayer mismo me contó que se había sentido tan hundido moralmente, que había reaccionado decidiendo recuperar su pasado, sus raíces, su sitio.
Me dijo que quería dedicarse a lo que realmente sabe hacer: Al trabajo de ebanistería, profesión que ejerció durante muchos años en su juventud.
Quiere recuperar a su familia, ser él mismo, poder disfrutar en los días de fiesta tomando una cerveza con los amigos.
Mouhamadou ha conseguido un billete -subvencionado en su totalidad por los Servicios Sociales- para regresar a su país. Ya sueña con ver el espectáculo de niños bañándose en el río, y mayores charlando al atardecer...
Le sentí orgulloso, libre, consciente del engañoso sueño occidental donde la frustración y lo individual, predominan sobre la felicidad y el espíritu de compañerismo.
Árrigo Marconi, Corresponsal Corriere de la Sera
Quiere recuperar a su familia, ser él mismo, poder disfrutar en los días de fiesta tomando una cerveza con los amigos.
Mouhamadou ha conseguido un billete -subvencionado en su totalidad por los Servicios Sociales- para regresar a su país. Ya sueña con ver el espectáculo de niños bañándose en el río, y mayores charlando al atardecer...
Le sentí orgulloso, libre, consciente del engañoso sueño occidental donde la frustración y lo individual, predominan sobre la felicidad y el espíritu de compañerismo.
Árrigo Marconi, Corresponsal Corriere de la Sera
6 comentarios:
Un gran texto, Jaime.
No sé si es taller literario o si es realmente transportado de un periodista italiano. Da igual.
Fiel reflejo de una realidad que a veces se me antoja triste. Pero después suelo pensar que la realidad no es ni triste ni alegre, sino que los ojos que la miran están a veces cansados y viejos.
Que le pregunten a Marta, que está viviendo experiencias nuevas, cómo es el mundo apasionante en el que vive. O que se lo pregunten a un reciente enamorado...
No vivimos tiempos de abundancia.
La gente, los inmigrantes también, acuden donde hay movida, donde hay vida, prosperidad.
Ahora no es aquí. Y en Italia quizá tampoco.
Finalmente siempre estamos regresando a la infancia, a los orígenes, a las raíces... como el protaginista de esta historia.
Moraleja: en España le hubiera ido mejor, aquí somos muy humanos, mas de lo que podemos permitirnos. Yo me hago otra reflexión, dentro de las dificultades y del esfuerzo que hizo por subsistir en un pais extranjero, hizo todo lo que estuvo en su mano para conseguir una estabilidad? Me refiero a que el dia que reunió algún dinero, se dedico a patearse la ciudad tocando las puertas de las ebanisterias napolitanas? Otra reflexión, por que hay personas que proviniendo de familias con muy pocos recursos y viviendo en barrios marginales han tenido vidas "normales"? Por que gente con todos los recursos a su alcance han fracasado? Hoy he asistido al despido de una persona. Tenia un trabajo en un restaurante de comida rápida. Cuando la comida llevaba un determinado tiempo cocinada había que desecharla. Este señor vendía ese excedente a gente sin apenas recursos, motivo por el cual se le ha despedido. Alguien sin conocer todos los datos podría pensar "que mala suerte tiene". En un alto porcentaje la suerte no cae del cielo, la suerte se trabaja. En mi caso reconozco que tengo un trabajo que me gusta y que no es excesivamente sufrido. Algunos pueden pensar "que suerte". No siempre fue así. Muchos veranos, semanas santas, fines de semana y fiestas de guardar "desaprovechadas". No me considero un ejemplo de persona "sin posibilidades" desde luego pro no tenia otro ejemplo a mano. Se que el fondo y la moraleja del relato de Jaime no tiene nada que ver con lo que yo planteo pero lanzo otro punto de vista a debatir. Creeréis que me lo invento pero esta misma mañana me han contado otra historia. Un señor con 2 trabajos. Uno que le deja la mayor parte de los ingresos, otro extra por el que percibe una cantidad menor ya que solo le dedica 2 horas al día. El señor se presenta en el trabajo que menos remuneración le aporta y dice que quiere la baja, que no le interesa. Firma una baja voluntaria y se marcha. Al día siguiente llama a la empresa y explica que ha cometido un error, que no quiere la baja voluntaria, que quiere el despido. Que el problema es que le han despedido del trabajo que le generaba su mayor ingreso y que lo que quiere es cobrar el paro, por eso quería rescindir el contrato con la empresa. Y yo pienso, pierdes tu trabajo principal y te presentas en tu otro trabajo pidiendo la baja voluntaria. No pidiendo que si es posible se le amplíe el horario y en vez de trabajar 2 horas trabajar 8. Que mala suerte... Y mas mala suerte tendremos cuando el que se levanta a las 5 de la mañana se canse de facturar IVA y de pagar una seguridad social que a el en concreto no le aporta ninguna seguridad, ni social ni asocial. Mas cabeza y menos corazón. Mas realidad y menos hipocresía.
P.D: no tengo nada en contra del relato de Jaime ni de la contestación de Victor, solo planteo otra forma de ver las cosas.
Victor, me alegra que te haya gustado; yo tambien saco esa conclusión de volver al país, a las raices... Sentir el orgullo de ser uno mismo y luchar...
Dumas, es posible que el protagonista no se haya ocupado de buscar el trabajo que el dominaba... De todas formas estoy de acuerdo en que hay otras formas de ver las cosas, cada uno tiene su punto de vista.
Hay de todo en esta viña del señor cada vez mas amenazada por la "CRISIS" -la que está llegando y la por venir- : Hipocresía, engaños al fisco, vagos, gente que vive del cuento o de la herencia, los que viven de ganancias por corrupción, los que trabajamos con honradez...
¡No te quemes, que eres joven!
Parece que, en España, ya son mas personas las que se van, que las que entran.
Espero que Froy o Neme o La más anciana del lugar, por nombrar a álguien, den versiones sencillas y menos extensas que las nuestras (jaja). Bs
Si, reconozco que mi grado de indignación ha hecho que mi comentario se extendiera un poco, pero son arrebatos, me duran poco. Jejeje
Muy interesante el debate.
Tiene razón Dumas con su comentario, no se trata de encuadrar todo en buena o mala suerte. A través de mi trabajo he conocido todo tipo de gente, empresarios y empleados, gente que intenta salir adelante con su esfuerzo y otros que le echan morro para conseguir vivir del cuento. Además, lo de buena o mala suerte depende del momento en que se analice la situación: al señor ese de los dos trabajos, hoy dirá “que mala suerte tengo” que me han despedido, pero hace un mes era un triunfador porque tenia dos trabajos.
Al margen de la situación económica o laboral, yo creo que el escritor del texto y el comentario de Víctor iban más por el tema de la realidad social. Cuanta gente que ha venido de otros países buscando una vida mejor, atraídos por el sueño de Occidente, incluso quienes hayan conseguido una prosperidad económica, miran atrás y se preguntan si mereció la pena renunciar a su país, a su familia, por intentar vivir mejor. Veo mujeres ecuatorianas que han dejado allí varios hijos para venir a limpiar en una casa española y poder mandarles dinero cada mes. Me pregunto si les compensa haberse perdido ver crecer a sus hijos, permitir que ellos crezcan si su madre…
Se me olvido decir que el texto era un trabajo del taller que había que utilizar las palabra "africano" y "reposapiés".
Al profe no le había gustado el final utilizando "reposapies" como un sentimiento del negrito frente a los blancos... Se me ocurrió darle el enfoque de que retornaba con orgullo a su tierra y a su trabajo porque pensé que podría ser una imagen interesante para Sofia (por cierto, me dijo que estuvo a punto de hacer un comentario pero como hubo tantas entradas por entonces...
Bs
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