Bueno, no estaban tan descaminados, al fin y al cabo no habría más que cambiar las valencias de algunos elementos. Ellos lo intentaban mediante mezclas: plomo más azufre o mercurio más azufre.
En otra línea buscaban también el elixir de la vida, o sea: la vida eterna.
-¡Vaya por dios, la eternidad de nuevo!-
En realidad era toda una filosofía de vida.
Los alquimistas buscaban el elixir de la vida mezclando líquidos diversos.
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En nuestra familia tenemos auténticos alquimistas
Nuestros alquimistas están en la línea
de la búsqueda del elixir de la felicidad.
Son de los mejores en kilómetros.
Son expertos del humor y la risa.
Mezclan los elementos como nadie.
De ahí puede surgir cualquier cosa.
Casi siempre lo consiguen.
Mira, mira. ¡Vaya dos!
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1 comentario:
Ja, ja, ja
(no se puede empezar de otra manera que riendo)
¡Qué documentado, Victor!
Sólo te faltó nombrar los avances de la Alquimia por tierras chinas, indias, paises árabes y en la Europa medieval (los alquimistas fueron algo así como los primeros "cientificos" de la época...). Efectivamente, en siglo XX, se consiguió transformar el plomo en oro, pero eran átomos de oro inestables que se desintegraban en pocos segundos...
Alquimistas de la risa... me gusta el título, aunque yo solito ya no sería capaz de defenderlo... pero ahí esta la juventud y la fantasía de Josepín, su maquiavélico juego de niño travieso... Con él puede surgir cualquier cosa. Te dejas llevar, le sigues la corriente y ya estas envuelto en la maquinación de una jugarreta o una broma...
Ese día convertimos el agua y el vino de mesa en excelente vino, aunque de añada desconocida: "leve sabor afrutado, taninos diluidos, olor vaporoso y regusto suave al paladar"... al menos eso es lo que, según dicen las crónicas, dijo Gea al catarlo. Yo, la verdad, para entonces ya no estaba allí, pero me reí un montón pensando en esa posibilidad... (en la realidad, nunca entraría al trapo, y nos hubiese dado con el vino en la cabeza... pero nos reímos igual).
Besitos
Jaime
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